martes, 2 de abril de 2013

BACTERIEMIA ZERO



He oído hablar sobre ello, he visto carteles por la unidad y por el hospital, pero sé realmente lo que es este proyecto. Hacerme esta pregunta me ha llevado a apuntarlo en mi block de notas y lejos de preguntar, me he puesto a investigar. Y por qué no a reflejarlo en mi blog.

BACTERIEMIA ZERO, tiene sus orígenes en el Dr. Peter Pronovost  de la Universidad Johns Hopkins (EEUU) quien lideró en el año 2003 el "Keystone ICU Project" cuya finalidad era la de reducir infecciones en las unidades de Cuidados Intensivos con un método sencillo. A partir de este proyecto la OMS seleccionó a España como país piloto para la elaboración de un nuevo proyecto de las mismas características; y así es como el Ministerio de Sanidad y Consumo de España en colaboración con la SEMICYUC sacaron adelante el proyecto Bacteriemia Zero.

¿Por qué tiene tanta importancia dicho proyecto?
El tipo de bacteriemia que se trata en dicho proyecto es la relacionada con catéter (BRC). Y tras una búsqueda bibliográfica se encuentran distintas afirmaciones que hacen este proyecto importante y necesario;

  • Se trata de un importante problema sanitario. 
  • Tiene una mortalidad atribuible del 5 al 35%.
  • Prolonga la estancia hospitalaria.
  • Cada episodio puede suponer un incremento del coste de 24000 euros.
  • Las infecciones relacionadas con dispositivos intravasculares, son errores frecuentes en la atención del paciente crítico.





El objetivo es la reducción la tasa de bacteriemias (BRC) asociada a catéter venoso central (CVC) en las Unidades de Cuidados Intensivos de hospitales españoles, a menos de cuatro episodios de bacteriemia por mil días de catéter venoso central, lo que supone reducir un 40% la tasa media de los últimos años de la UCIs de todo el Sistema Nacional de Salud. Se trata de medidas para reducir los errores activos*, particularizando en las unidades de  UCI desde el momento que se entra  en contacto con el paciente hasta que éste es trasladado a planta. En este periodo, nuestro paciente de cuidados intensivos está expuesto a: fallos de la atención, despistes, distracciones, lapsus o errores de valoración. Todos los pacientes y más los ingresados en la UCI necesitan de una asistencia con “nivel mínimo aceptable” que hace referencia al nivel de conocimiento actual, los recursos disponibles y el contexto en que se produce la atención frente al riesgo de no tratamiento u otro tratamiento. Tenemos que tender a la ausencia o reducción, a un nivel mínimo aceptable, de riesgo de sufrir un daño innecesario en el curso de la atención sanitaria.

Un ejemplo práctico es el llevado a cabo en un estudio en el Estado de Michigan, con la participación de 103 UCIS. En él aplicaron un protocolo de intervención basado en la evidencia, con la intención de reducir la tasa de incidencia de BRC durante un periodo de 18 meses. Se consiguió reducir la tasa en 2.7 episodios iníciales (7,7 de media) a 0 bacteriemias.

El proyecto final con el que contamos; consiste en dos actividades complementarias:

  1. Plan de seguridad del paciente.
  2. Intervención estandarizada de inserción y manejo del catéter venoso central. Implantación de medidas STOP Bacteriemia.

Incluyéndose diferentes partes; la clínica, registro y el análisis. En lo referente a la parte clínica se llevo a cabo una implementación de 6 medidas:

    1. Higiene de manos.
    2. Uso de clorhexidina en la preparación de la piel.
    3. Uso de medidas de barrera durante la inserción del CVC.
    4. Preferencia de la vena subclavia como lugar de inserción.
    5. Retirada de aquellos CVC que no sean necesarios.
    6. Manejo higiénico del catéter.


Sobre estas medidas podría extenderme en cada una de ellas, de forma más detallada, pero voy a intentar hacer un mini resumen.

Higiene de manos:

                 Antes y después de la palpación del punto de inserción.

                 Antes y después de la movilización o manipulación del catéter y del cambio de apósito.

                 Antes y después del uso de guantes.

                 Siempre que haya restos orgánicos en nuestras manos, se deberá utilizar agua y jabón antiséptico (gluconato de clorhexidina), para la higiene de las mismas.

                 Si no hay presencia de restos orgánicos, la higiene de manos, se realizará con soluciones alcohólicas, aplicándose el producto hasta su total distribución y friccionando hasta su secado completo.


Inserción del catéter: se ha demostrado que la profilaxis con antibióticos no reduce las bacteriemias relacionadas con catéteres. La inserción de catéteres venosos de forma urgente sin respetar las medidas barreras incrementa el riesgo de bacteriemia relacionada con el catéter. Por eso debemos asegurar una habitación adecuada para realizar la técnica sin riesgo de contaminación.

Seleccionar el lugar de inserción valorando el riesgo de infección frente al riesgo de complicaciones mecánicas, preferentemente la vía  de elección es la vena subclavia; excepto si existen contraindicaciones. Usar un catéter venoso de una sola luz, excepto que sean necesarias múltiples luces para el tratamiento. Considerar los catéteres tunelizados en aquellos casos en los que el paciente precise de un acceso vascular durante un largo periodo de tiempo (más de 30 días).
Evaluar diariamente la necesidad del catéter venoso y retirarlo cuando no sea necesario, o cambiarlo a un catéter monolumen cuando sea posible.

Antisepsia: el objetivo es eliminar los microorganismos patógenos que colonizan la piel, reducir el número de microorganismos habituales en la piel e inhibir su crecimiento.
Crear una superficie de trabajo estéril que actúe como una barrera entre el lugar de inserción y los posibles focos de contaminación. Para la antisepsia de la piel:

                 Antes de la asepsia se realizará una limpieza de la zona de punción con agua y jabón de clorhexidina, después se aclarará completamente.
                 Una vez esté limpia la zona a puncionar, se procederá a pintar el campo con una solución de clorhexidina al 2%. Solo en caso de hipersensibilidad a ésta, se utilizará una solución de povidona yodada.
                 El antiséptico deberá secarse completamente antes de proceder a la inserción del catéter.
                 En caso de utilizar povidona yodada, habrá que esperar un mínimo de 2 minutos, para conseguir el mayor poder bactericida del producto.

Medidas barrera: para el procedimiento de la inserción del catéter, deberán extremarse las medidas de barrera, tanto en los interventores como en el propio paciente.
En cuanto al paciente, el campo estéril deberá cubrir a todo el paciente, de pies a cabeza. Para ello deberemos contar con sabanas estériles y en su defecto, utilizar el número de paños necesarios para tapar en su totalidad a éste.

                 Operador: gorro, mascarilla, protección ocular, bata estéril  y guantes estériles
                 Asistente: gorro, mascarilla, protección ocular, bata estéril y guantes estériles. Siempre que participe de forma activa en el procedimiento.
                 Ayudantes/observadores: gorro y mascarilla

Manejo higiénico del catéter:
Las llaves de tres pasos o alargaderas de dos pasos se purgarán con el campo estéril, antes de proceder a su colocación en cada luz del catéter. Una vez canalizada la vía central y sin retirar el campo estéril, se limpiará el punto de punción y se colocará el apósito estéril. Se utilizará apósito transparente, para cubrir el punto de inserción, para así poder visualizar el punto de inserción todos los días, sin necesidad de levantar el mismo.
Se utilizará apósito de gasa, cuando el punto de inserción sangre o exude. Es muy importante vigilar diariamente el punto de inserción del catéter y anotar o transmitir cualquier anomalía referente al mismo: enrojecimiento, maceración, sangrado etc.
Cambio y cura del catéter se procederá; si el apósito fuese transparente, cada 7 días según el proyecto y protocolo del hospital. Si el apósito  fuese de gasa se cambiará cada  48h, según protocolo del hospital. Y tanto si fuese transparente como de gasa, se cambiara el apósito, siempre que éste lo precise (apósito sucio, despegado…) La cura del punto de inserción se realizará de forma estéril, utilizando paños, gasa y guantes estériles, previa realización de la higiene de manos. Para retirar el apósito a cambiar, se utilizarán guantes limpios. Respecto a las llaves de tres pasos o alargaderas; debemos minimizar su uso y colocar sólo las imprescindibles. Colocar válvulas de inyección sólo en los puntos donde se administren bolos de medicación. Si no, es preferible colocar tapones ciegos. Efectuar SIEMPRE el lavado de manos y utilizar guantes limpios, antes de la manipulación de conexiones y válvulas. Las válvulas de inyección se limpiarán antes de acceder a ellas, para la administración de un fármaco, ya sea en bolo o perfusión. Estas se desinfectarán con alcohol al 70% (según el proyecto) o con clorhexidina alcohólica. Esta técnica de desinfección se realizará por arrastre.

Y por último respecto a la retirada y cambio del catéter deberemos cambiar un catéter multilumen por uno de menos luces, cuando éstos ya no sean imprescindibles. Preguntarse diariamente sobre la necesidad de mantener el catéter y retirarlo si no es absolutamente imprescindible. (A partir de la 2ª semana de permanencia, aumenta el riesgo de que se infecte)Cuando la inserción del catéter se realizó de forma urgente y sin poder utilizar una técnica estéril,  se recomienda cambiar el catéter antes de las 48 horas y colocar uno nuevo en un lugar diferente. No se debe realizar recambio del catéter con guía, cuando existe evidencia de infección relacionada con catéter.
*Actos inseguros cometidos por personas en contacto directo con el paciente o con el sistema (lapsos, equivocaciones, deslices, torpezas, incumplimiento de procedimientos), como resultado de una intervención sanitaria y desencadena una discapacidad que puede medirse.
Como reflexión propia me gustaría escribir esta frase célebre;

“Si ya sabes lo que tienes que hacer y no lo haces estás peor que antes”. Confucio

También me gustaría rescatar un blog muy interesante que encontré tras esta búsqueda y utilizar las palabras de Carmen Ferrer para así demostrar que nuestra profesión está en nuestras manos.

“Tenemos ante nosotros oportunidades para ser visibles, hoy tenemos conocimiento suficiente y hemos adquirido competencia para comprometernos con los ciudadanos desde los servicios de cuidados , oportunidades de sacar del mundo oscuro y oculto el cuidado profesional excelente… que desarrollan solo los enfermeros profesionales , no lo abandonemos porque no se nos entienda , es la única razón por la que estamos aquí… por cuidar a los usuarios, estar presentes a lo largo de la vida de las personas en su entorno que se abre ante nosotros como no se hace ante ningún otro profesional de la salud , estamos acompañando, enseñando, ayudando , supliendo y sobretodo trabajamos en el equipo de los pacientes y sus cuidadores en busca de la autonomía y la independencia de las personas , esto es tan importante que es preciso que lo digamos a los cuatro vientos.”

Traigo a colación esta parte de la entrevista porque en este caso una profesión poco visible como la enfermería tiene su parte más invisible en el control de infecciones. Está en nuestras manos.

BIBLIOGRAFÍA CONSULTADA:

1. Proyecto "Keystone ICU" Bacteriemia cero, 1ª edición, 2009. Basado en el desarrollado por la Universidad Johns Hopkins (Pronovost el al.,N Eng J Med, 2006; 2725:32).
2. Plan de seguridad del sistema nacional de salud: Bacteriemia cero. Disponible en:
3. Ministerio de Sanidad y Consumo, Plan Nacional de calidad del Sistema Nacional de Salud: Módulo de formación de Bacteriemia cero. Disponible en: http://hws.vhebron.net/formacion-BZero/index.html.

1 comentario:

  1. Muy bien María
    Pero aunque sólo utilices una búsqueda para tu entrada es recomendable referenciar el texto (poner el numerito). Con mayor motivo si usas 3. También inténtalo con el blog encontrado.

    ResponderEliminar