lunes, 15 de abril de 2013

EL EVOLUTIVO DE M. II



En los días siguientes la situación de M. no había cambiado significativamente.
 
Inicialmente continuaba HD estable, en PSV (espontánea) con buenas saturaciones de O2 y secreciones moderadas. El drenaje biliar ahora por orden médica estaba cerrado. Y se encontraba bajo sedación con Propofol® y “por fin” con analgesia añadida con una perfusión continua de Cl Mórfico y también añadido al tratamiento tranxilium, para mantener al paciente tranquilo y relajado.

Como podemos comprobar, nuestra colaboración con los médicos del día anterior para la toma de decisión había servido de algo. Nos encontrábamos a nuestro paciente mucho más confortable que días anteriores.

Mi curiosidad para saber que había sido el determinante para la incorporación de la analgesia en el tratamiento, leí las hojas de evolución de mi paciente. En ellas vi; “paciente sedado con propofol, con mucho dolor y reactivo a manipulación”. La tarde anterior nuestra interpretación de dolor en nuestro paciente había sido puesta en duda por los médicos que ahora sí incorporaban la etiqueta de dolor en M. Con esto justificaban la incorporación del Cl Mórfico y el tranxilium pautado.

Leyendo la hoja evolutiva me sorprendió la indicación del plan terapéutico de disminuir (1ml/h cada 2horas) hasta suspender la perfusión de Propofol®. ¿Querían despertar a M.? ¿Cuál era el motivo real para la retirada del Propofol®?

Después de que aparecieran estas dudas decidí preguntar ¿por qué se retiraba la perfusión? Se habló de la intención de despertar a M. para así darle el 2º clico de quimioterapia. Entonces aparecen más preguntas al respecto ¿es necesario despertar y con ello quizás aumentar la inestabilidad del paciente para dar el nuevo ciclo de QMT? Respecto a esto creo que no es necesario forzar el “despertar” de un paciente para llevar a cabo un tratamiento de quimioterapia, M. se encuentra en una fase de destete, muy bien adaptado en una modalidad ventilatoria espontánea, quitarle la sedación quizás suponga una desadaptación al respirador que haga retroceder en el proceso. Esto último es mi opinión al respecto bajo mis pocos conocimientos y mi corta experiencia que creo que tengo.

También escuche al respecto de la decisión de retirada de la perfusión, las precauciones que debíamos tener con la perfusión tan larga de Propofol® que tenía M. Fue entonces cuando oí por primera vez algo sobre el Síndrome de infusión del Propofol®.

Al llegar a casa decidí averiguar por mi misma que era eso del Síndrome del Propofol…

Busqué las advertencias y precauciones que aparecen al respecto en el Vademecum;

Monitorizar. Disponer de equipos de ventilación y reanimación. Administrar en venas gruesas para reducir dolor local. Alteraciones cardiacas, respiratorias, renales, hepáticas, pacientes debilitados o hipovolémicos, epilépticos. Puede producir bradicardia y asistolia. No superar los 4 mg/kg/h en sedación, por aparición de graves reacciones adversas.

No aparecía por ningún lado nada al respecto de ese Síndrome relacionado.

Pero en otra bibliografía consultada, existen múltiples artículos al respecto. En los que se ha demostrado que el síndrome de infusión de propofol (SIP) es una rara, pero potencialmente letal complicación asociada al uso de infusiones de propofol a dosis elevadas y por tiempo prolongado (1). Su incidencia real se desconoce, dado el carácter voluntario en la notificación de las reacciones adversas medicamentosas, la coincidencia en la clínica del síndrome con manifestaciones propias del fármaco (p.ej. hipotensión) o de cualquier patología crítica (p.ej. acidosis metabólica) (2).


El propofol se introdujo en el año de 1977 como agente anes­tésico, fue aprobado en Europa en 1986 para su uso como agente para la inducción y mantenimiento de la anestesia en adultos y niños mayores de 3 años, así como para la sedación y apoyo de la ventilación mecánica en la UCI. Desde su introducción al mercado ha ga­nado rápidamente popularidad por su rápida acción y su corto tiempo de recuperación a pesar de una prolongada adminis­tración.

El SIP Se ha correlacionado en la mayoría de los estudios a dosis de propofol mayores de 4 mg/kg/h por más de 48 horas. Se caracteriza por bradicardia, plasma lipémico, hígado graso, acidosis metabólica con la característica de exceso de base (-10mmol/L), hiperpotasemia, rabdomiólisis y hemoglobinuria. En el electrocardiograma (ECG) se presentan alteraciones en el segmento ST caracterizadas por elevación del mismo en derivaciones precordiales derechas (V1 a V3), tal como sucede en el síndrome de Brugada. Este patrón se presenta varias horas antes de la presencia de arritmias ventriculares que conllevan a la muerte, en diversos estudios se ha sugerido que estos cambios en el ECG, pueden ser una señal de alerta temprana. De no diagnosticarse y tratarse de manera temprana y oportuna evoluciona a disfunción multiorgánica y muerte (1).
En el turno llevamos a cabo las indicaciones sobre la disminución de la perfusión llegando a 3ml/h de Propofol®. Durante la tarde M. se mantuvo HD estable y sin incidencias.

Continuando con el EVOLUTIVO.
Al día siguiente al llegar a la habitación para ver como se encontraba M. y ver si había habido novedades al respecto de su situación.
Me encontré a M. sin el HFVV mencionado al principio. Cosa que me extrañó bastante. Busqué su historia y gráfica pero no encontré nada. En ese momento apareció la compañera del turno de mañana la que me puso al día de todo.

M. se encontraba en LET (limitación de esfuerzo terapéutico). Mi cara de sorpresa era enorme, es cierto que la situación clínica era comprometida, pero tal cambio en comparación con el plan terapéutico del día anterior fue lo que me llamó más la atención. La compañera me explicó que se habían reunido tanto médicos intensivistas como los oncólogos para tratar el tema, y habían decidido que la espera al 2º ciclo de quimioterapia iba a ser imposible ya que el nº de plaquetas de M. al contrario de ir en aumento estaban disminuyendo, por lo que en contexto de fallo multiorgánico se procedía a LET.

Es duro el cambio de plan que he vivido con este paciente, un día pretendiendo “forzar” el destete para despertar al paciente y al siguiente limitándole. Corroboro que en unidades como esta las cosas pueden complicarse de una manera total de un día para otro.
Lo peor de todo y lo que más pena me da es la familia de M. que el día anterior había recibido un tipo de noticias, no esperanzadoras pero sí de espera a tratamiento, y un día después tenerse que despedirse de su hijo, hermano, familiar…
Por todo ello planteo un posible riesgo de duelo complicado por parte de la familia. Pongo esta etiqueta diagnóstica ya que no conocemos a la familia que solo venía en el turno de mañana para ver a M. y no sé en qué situación emocional se encuentran.

BIBLIOGRAFIA CONSULTADA:

  1. Carrillo Esper R; Garnica Escamilla MA; Bautista León RC. Síndrome por infusión de propofol. Rev Mexicana de Anestresiología. Art de revisión Vol.33. Nº 2 abril-junio 2010 pp.97-102. Disponible en:http://www.medigraphic.com/pdfs/rma/cma-2010/cma102g.pdf
  2. Roberts RJ, Barletta JF, Fong J, Schumaker G, Kuper P, Papadopoulos S, Yogaratnam D, Kendall E, Xamplas R, Gerlach A, Szumita P, Anger K, Arpino P, Voils S, Grgurich P, Ruthazer R, Devlin JW. Incidence of  propofol-related  infusion  syndrome  in  critically  ill  adults: a prospective, multicenter study. Crit Care 2009; 13: R169

1 comentario:

  1. Hola María
    Muy bien. Haciéndote preguntas sobre situaciones de cuidado referentes a tratamientos!!

    ResponderEliminar