Cuando oí
por primera vez estas iniciales pensaba que el médico que tenía delante se
estaba refiriendo a cualquier término médico, tratamiento, patología…etc.
Hablaba sobre mi paciente y quería enterarme a qué se trataba.
Pregunté. Y
después creí que lo mejor que podía hacer era escribir sobre ello, pensar y
reflexionar.
El primer
artículo que he leído sobre este tema ha sido el claro impulsor de esta
reflexión. En el habla del “encarnizamiento terapéutico” como situación resultado de la imprudencia y de
una ausencia de reflexión 1.
En este
artículo se añade otro término el “imperativo tecnológico”, que es el
predecesor del encarnizamiento; sin un imperativo tecnológico no hay
encarnizamiento.
El
imperativo es un tiempo verbal que ordena taxativamente y sin excepciones, y
esta expresión viene a significar lo siguiente: puesto que tenemos la
posibilidad técnica de mantener la vida, ello debe hacerse de forma imperativa
y categórica, siempre y en toda situación. El imperativo tecnológico presupone
una certeza inexistente, y si esperamos a que eso ocurra caeremos, sin duda, en
el ensañamiento terapéutico 1. A pesar de esto se reconoce que la
técnica es buena como medio para conseguir un fin, unos objetivos. El problema
es que en el campo de la bioética clínica se ha reflexionado muy poco sobre los
fines, posiblemente porque los profesionales de la sanidad creen tener muy
claros cuáles son los fines de la medicina. Por ello sus problemas han estado
dirigidos, simplemente, a resolver los
conflictos que les plantea la utilización de nuevos medios técnicos, y no a
discutir sobre cuáles son los objetivos que se persiguen con su uso. Y así, de
forma más o menos inconsciente y casi como en un reflejo condicionado
pavloviano, se han utilizado respiradores, fluidos intravenosos,
hemofiltradores, técnicas de soporte circulatorio, etc., hasta originar la
expresión “encarnizamiento terapéutico” 1.
En un
principio las Unidades de Cuidados Intensivos (UCI) se crearon para salvar la
vida de pacientes amenazados por enfermedades agudas graves gracias a la
concentración de tecnologías de soporte vital y de personal altamente
especializado. Dos factores han modificado esta idea original, la necesidad de
atender a pacientes con situaciones ya no tan reversibles, debido a la avanzada
edad o a enfermedades crónicas subyacentes, y el cambio en el tipo de
enfermedades amenazantes. Mientras que inicialmente se atendían traumatismos y
arritmias secundarias a infarto de miocardio, actualmente son más frecuentes
las sepsis en pacientes inmunodeprimidos y las reagudizaciones de enfermedades
crónicas respiratorias y cardíacas.
Así aparece
la figura de la limitación del esfuerzo terapéutico (LET) en aquellos casos en
que, tras intentarlo, se considera que la prolongación de las medidas de soporte
vital no conlleva un beneficio real para el paciente, volcándose más en los
aspectos de paliación y confort 2. También se define como un límite
en la asistencia médica cuando se juzgue que las medidas diagnósticas o
terapéuticas son desproporcionadas al beneficio esperado.
Este
aspecto se desarrolla ampliamente en la década de los 90, alcanzando unas
posiciones de consenso en las diferentes sociedades científicas
internacionales. En nuestro medio, tanto encuestas de opinión como registros
específicos muestran una incidencia moderada, pero creciente, de LET en la UCI 2.
En el mayor
estudio publicado en nuestro medio, realizado en 1996, la incidencia de LET
osciló entre el 3% y el 13% según el case-mix de las unidades estudiadas. En otro estudio realizado por Fernández
Fernandez R, Baigorri González F y Artigas Raventos A, se expone que el 55% de
los pacientes que fallecen en la UCI lo hacen con alguna forma de LET 2.
Afortunadamente
nos encontramos en un nuevo período en el que la limitación del esfuerzo
terapéutico (LET) se contempla como lo que es, una decisión más de la medicina
crítica que, desde hace al menos una década, viene realizándose en nuestro
entorno 1.
Después de
saber en qué consiste la limitación del esfuerzo terapéutico y tras comprobar
en diferentes estudios, se puede observar que la LET está presente con gran
frecuencia en las unidades de cuidados críticos. Por ello creo que es
importante conocer la realidad de este tema en la práctica clínica y las
percepciones de los profesionales médicos y enfermeros al respecto.
Tras
una búsqueda bibliográfica encontré un artículo que hace referencia a un
estudio que tiene como objetivo conocer este problema desde las percepciones
de profesionales médicos y de enfermería que trabajan en unidades de pacientes
críticos.
En los
resultados obtenidos en el estudio se observa que en la práctica clínica de la
LET, está presente una dimensión emocional que acompaña a la reflexión centrada
en la importancia que se le otorga a no abandonar a los pacientes limitados y
otorgarles un buen morir. Los problemas éticos que surgen están vinculados a
cuatro puntos específicos: la instauración o retiro de tratamientos, la dimensión
emocional, la confusión del concepto y la evolución de los pacientes. Se demuestra
que las emociones juegan un papel fundamental, ya que la ejecución de esta
práctica deja a los profesionales una sensación de “dejar morir al paciente”.
Para ellos, el concepto se puede confundir principalmente con el de eutanasia,
reconociéndose cierta asociación entre ambos conceptos 3.
En concreto
para los profesionales de enfermería, los problemas éticos se originan
fundamentalmente por la falta de toma de decisiones de los profesionales
médicos y el desacuerdo que existe entre los equipos 3.
Uno
de los aspectos principales, en esta toma de decisiones, es la postura que
tenga la familia. Se torna fundamental que estas decisiones sean
conversadas y consentidas por los familiares. En general declaran que si fue
así no existen problemas y el éxito se basa fundamentalmente en la buena
relación clínica 3.
Si
bien históricamente la discusión se ha generado en relación al derecho a la
vida, es momento que hablemos de un derecho a la muerte, un derecho que debe
poseer, indiscutiblemente como característica fundamental, el respeto a la
dignidad 3. Sin duda, es clave proporcionar una muerte digna, y esto significa
estar acompañado de la familia, sin dolor, sin sufrimiento y lo más tranquilo
posible.
Volviendo a
algo mencionado anteriormente; la confusión entre conceptos eutanasia y
limitación terapéutica, me gustaría hacer una breve aclaración. La limitación
del esfuerzo terapéutico es considerada una buena práctica clínica, que se
diferencia de la eutanasia y el suicidio asistido, que no son alternativas
aceptables en la medicina; por ser contrarias a la deontología y a la ética
médica. Y es así como en varios artículos se reconoce la importancia de
instaurar la formación en bioética de los miembros de las Comisiones de Ética
Médica, así como de todo el personal hospitalario en general, para no descuidar
la educación humanística de los profesionales y técnicos 4.
BIBLIOGRAFÍA
- Couceiro Vidal, A. ¿Es ético limitar el esfuerzo terapéutico? An Pediatr (Barc). 2002; 57:505-7. - vol.57 núm 06
- Fernández Fernández, R; Baigorri González, F; Artigas Raventos, A. Limitación del esfuerzo terapéutico en cuidados intensivos. ¿Ha cambiado en el siglo XXI? Med Intensiva. 2005; 29:338-41. - vol.29 núm 06
- PAREDES ESCOBAR, María Cristina. Limitación del esfuerzo terapéutico en la práctica clínica: Percepciones de profesionales médicos y de enfermería de unidades de pacientes críticos de un hospital público de adultos en la Región Metropolitana. Acta bioeth. [online]. 2012, vol.18, n.2, pp. 163-171. ISSN 1726-569X. doi: 10.4067/S1726-569X2012000200004.
BETANCOURT BETANCOURT, Gilberto de Jesús. Limitación del esfuerzo terapéutico versus eutanasia: una reflexión bioética. Rev Hum Med [online]. 2011, vol.11, n.2, pp. 259-273. ISSN 1727-8120.
Hola Maria
ResponderEliminarTe has documentado. Y ahora... Qué piensas? Ahora que conoces a la paciente, que sabes su tratamiento y evolución, que conoces a su familia, los cuidados que le habéis proporcionado...qué opinas de LIMITARLA?
En respuesta a tu comentario; no he reflexionado de forma individual sobre el tema, ya que en la conversación que viví el viernes solo se PLANTEABAN distintas posibilidades, pero no se hablaba aún de limitarla, me gustaría ver como continua la paciente, y ver el plan terapéutico a seguir.
ResponderEliminarSi el equipo médico decidiera limitar a la paciente, entraría en una lucha de sentimientos: por una parte después de la revisión bibliográfica que he realizado entendería la postura, pensando en una muerte digna para la paciente, evitando así en encarnizamiento; pero por otra parte sería imposible evitar sentimiento de impotencia y tristeza, durante una semana he podido estar junto a ella, proporcionándola cuidados, compartiendo momentos con la familia y resultaría dificil afrontar esta situación.