Al pasar a una habitación encuentro al paciente
con un ritmo irregular, con presencia de extrasístoles, observo en el monitor un
QRS ancho. Decido leer su historia y veo que el paciente ingresó por un shock
cardiogénico, y que está pendiente de hablar con cardiologia para lista de
espera de transplante cardiaco. El paciente me demanda que venga su
familia a visitarle, refiere que se aburre, que no aguanta más, que
quiere verles, hablar con ellos…
Yo como alumna de enfermería le explico que
sí va a venir su familia, pero cuando sea la hora de visitas, durante el
horario de 18.00 a 19.00 h. Durante el tiempo que está la familia presente, el
paciente se encuentra feliz y tranquilo, desde enfermería nos damos
cuenta de ello ya que el resto del tiempo el paciente se encuentra con
inquietud, mostrando rostro aburrido y triste. Esto me hace pensar varias
cosas; ¿Qué necesidades presenta un paciente crítico respecto a su entorno
familiar?, ¿y la familia?; ¿debemos
también valorar y tratar a la familia?; ¿es suficiente el tiempo de visitas?;
¿qué ocurre con las restricciones de visitas?...
Y sí, es cierto, la familia debe ser tratada
junto al paciente como un TODO, muchos estudios hablan que desde el momento en
el que un paciente ingresa en una unidad de cuidados críticos, se afecta la
unidad familiar; por tanto la atención del equipo de salud se dirigirá tanto al
paciente como a la familia 1.
Sin embargo en algunos momentos de mi práctica clínica veo que esta razón se
aplica con menos frecuencia de la que debería, ¿será por tiempo?, ¿o por el
tipo de pacientes y la gravedad en la que se encuentran?, quizás la atención se
centre en el paciente por su situación de gravedad, olvidando las necesidades
de la familia.
A partir de este tema se han desarrollado
diferentes estudios para identificar las necesidades de la familia frente a la
hospitalización del paciente en UCI, sobre todo con el propósito de que los
profesionales de enfermería realicen cuidados al respecto y así mejore la
calidad de atención, disminuyan los niveles de angustia y aumente el grado de
satisfacción del usuario 1.
Se he descrito que la familia del paciente en
UCI, está sometida a un estrés importante, debido a esta situación, novedosa
para la mayoría de ellos. Esto implica que requieran más información tanto en
cantidad como en frecuencia y apoyo que cualquier otra familia de pacientes
menos complejos. Es sabido que el tiempo disponible de los profesionales en una
unidad de este tipo es limitado por las múltiples actividades que se deben
desarrollar y esto genera cierta confrontación en el sentido que la enfermera
se plantearía: “la familia necesita atención”, ¿pero cuándo lo hago? Si bien es
cierto que existe esta limitante, vale la pena intentarlo y quizá no sea mucho
el tiempo requerido pero si la calidad humana y la disposición para mejorar
éste aspecto que va a repercutir para mejoramiento del servicio, la salud
familiar y satisfacción del usuario. Además, la interacción con la familia
puede ser de gran ayuda para plantear el
tratamiento médico y las intervenciones de enfermería 1. Esto sería la forma de
trabajo ideal.
Al respecto, afirma Simpson “las familias guían y median la resolución
de problemas, con una fuente de servicio práctico y concreto ayudando durante
una crisis en la cual los individuos tiene poca energía personal” 2.
Después de esto te das cuenta de que en tu
práctica clínica diaria te encuentras con muchos tipos de familias, y a veces
decir “que familia tan demandante”,
es estar cometiendo un error; una falta de comprensión de la situación y falta
de empatía. Debemos entender que esa familia demandante está viviendo una
situación fuera de lo normal, de mayor estrés y que quizás necesiten de tu
tiempo para estar más tranquilos y así mejorar tanto la “salud familiar” como
la satisfacción del usuario.
La familia por tanto tiene necesidades; tanto
respecto a la información dada; amplia y oportuna sobre el estado del paciente;
no sólo en lo referente al diagnóstico, procedimiento de la monitoría, explicarles en
términos sencillos y entendibles el pronóstico, los resultados de algún examen. Pero la familia también necesita apoyo de los miembros del equipo de salud, que
puedan escucharlos, comunicarse con frecuencia y orientarlos en diversos aspectos.
Por todo ello DESDE EN ENFEMERÍA DEBEMOS
TENER EN CUENTA A LA FAMILIA PARA NUESTRO PLAN DE TRABAJO 1.
No olvidarnos de nuestra mirada BIO-PSICO-SOCIAL
Es decir; la
enfermera intensivista deberá cuidar al unísono a la persona que está
hospitalizada en la UCI y a sus familiares como un solo núcleo de cuidado, lo
que facilita a ésta comprender las dificultades socio emocionales surgidas en
el grupo familiar como una totalidad, esto a su vez permite darles apoyo más
decidido y comprometido durante el proceso de adaptación a la nueva situación
que confrontan 3.
Siguiendo con las preguntas reflexivas
introducidas al principio; me preguntaba sobre el tiempo de visitas,
¿suficiente o no?, ¿debemos incorporar a las familias a los cuidados de
nuestros pacientes? No digo que la familia tenga que estar el 100% del tiempo
con el paciente, pero si el poderles facilitar ese contacto con el enfermo,
como es con la ampliación de las visitas, horarios flexives, y favoreciendo su
implicación en los cuidados, ya que creo que en muchos casos va a ser la propia
familia la que va a tener que encargarse del enfermo una vez que regresa a casa
tras el alta, y en añadido muchas familias ya eran ese cuidador principal del
enfermo, sabiendo en todo momento el cuidado que precisaba, siendo conscientes
de cómo debían de hacerlo, por eso me planteo ¿Por qué no se les deja
participar y ofrecer cuidados al enfermo en la UCI, si seguramente saben cómo
deben de cuidarle?
La razón por la que creo que todavía no se ha
introducido a la familia en el cuidado es por una sobrecarga de
trabajo con el paciente, y que si sumásemos el cuidado de la familia se vería
“sobreañadida esa sobrecarga” En añadido la uci es un lugar muy complejo, donde
la familia no entendería la mayoría del aparataje, pero yo creo que esto no
debe ser un obstáculo para poder dejar a la familia participar con el enfermo,
ya que estoy segura que conocen mejor al paciente que el propio enfermero, no
en intervenciones complejas pero sí pudiendo realizar algún cuidado básico,
como es participar en el cambio de posición del paciente, ya que son ellos los
que pueden ofrecer mayor apoyo y seguridad al paciente.
Por último, me gustaría hacer referencia a un
estudio que trata de identificar, analizar
y sintetizar los principales efectos que pueden relacionarse con las visitas flexibles
para los familiares del paciente crítico adulto. Ya que es una de las preguntas
que me planteo al respecto.
Dicho estudio afirma que los horarios
flexibles mejoran la satisfacción, reducen la ansiedad y el estrés, promueven la
satisfacción de las propias necesidades familiares y el rol en el cuidado del
paciente. Concluye que las políticas de visita flexible, además de ser
beneficiosas para los familiares del paciente crítico y el propio paciente,
constituyen en sí mismas una necesidad. Se considera necesario favorecer la
paulatina participación de la familia en el cuidado y la adquisición del un rol
más notorio en el contexto de la visita y en su relación con el paciente 4.
Mi opinión al respecto de las visitas es que
el paciente las necesita por lo que debe ser una necesidad obligada, y que esta
se pueda ajustar a unos horarios más flexibles. Está opción existe en mi
unidad, ofertando distintos horarios de visitas según la situación y
necesidades del mismo paciente.
También existen estudios llevados a cabo en
este tipo de unidades (UCI) con sistema de visitas abiertas y publicados
en American Journal Critical Care y Journal of Advanced Nursing
que muestran que permitir el contacto de forma continua influye positivamente tanto
en el aspecto emocional como en su recuperación.
Por consiguiente creo importante
eliminar ese régimen restrictivo de visitas, en las que entran uno o dos
familiares, ya que imposibilita que se impliquen en el proceso de
cuidados del enfermo, y supone un alto grado de aislamiento en el paciente, y
una barrera física y emocional.
BIBLIOGRAFIA CONSULTADA:
- Pérez Pérez M; Taboada Hernández H. Paciente en la UCI. Necesidades de la familia frente a su hospitalización.
- Simpson T. La familia como una fuente de apoyo para el adulto críticamente enfermo. AACN. 1991; 2.
- Campo Martínez MC; Cotrina Gamboa MJ. Relación de ayuda al familiar del paciente en situación crítica. Revista electrónica trimestral de enfermería. Enfermería Global Nº 24. ISSN 1695-6141.
- Errast Ibarrondo B; Tricas Sauras S. La visita flexible en las unidades de cuidados intensivos: beneficios para los familiares del paciente crítico. Enfermería Intensiva. Elssevier.